Apostémosle al Amor
Por
Mónica Ortega Quiroz
Tanto padres de
familia como docentes y la sociedad en general, quedamos impactados ante la
terrible desgracia que pasó en el Colegio Americano del Suroeste, en la ciudad
de Monterrey, un hecho como este jamás había sucedido y pone a nuestras
escuelas en una posibilidad que jamás hubiéramos pensado ver en nuestro país.
La violencia,
la falta de límites y poco respeto por la vida, son el reflejo de una difícil
situación por la que atraviesa nuestro país, una situación que no sólo es
resultado de un problema económico o político, sino de una falta de educación y
desarrollo humano de todos los ciudadanos.
Solemos
preguntarnos ¿quién tiene la culpa? ¿Son los profesores? ¿Son los padres? ¿Son
las instituciones educativas? Lo cierto es que somos todos, somos todos los
adultos quienes modelamos a los niños cómo debemos ser, quienes marcamos los
patrones morales y los valores por los que se han de conducir.
Además de ser
docente soy psicoterapeuta, recientemente una paciente de 10 años me hablaba de
lo mucho que anhelaba conocer a su papá, ya que su mamá es madre soltera, ¿el
motivo más importante para conocerlo? Para que juegue con ella y la cuide
cuando su mamá trabaja. Sabe que es feliz con su mamá, sabe que está bien solo
con ella, no le hace falta nada. Comprende que su mamá trabaja mucho y se
esfuerza por darle una vida mejor. Pero esta niña lo que más anhela no es
conocer a un papá que ha estado siempre ausente, sino pasar tiempo jugando con
su mamá.
¿Cuántos de nosotros
como docentes o cómo padres nos preocupamos por simplemente pasar el rato con
nuestros niños? Estamos tan preocupados por el dinero, por el bien vestir y la
alimentación, por las calificaciones, por alcanzar los estándares, por cumplir
los objetivos, por ser los mejores, por que todo sea rápido; qué hemos olvidado
apreciar lo más importante: la sonrisa de un niño, el beso de un hijo, la
mirada de admiración de un alumno, la convivencia… una conversación.
El mundo de hoy
nos obliga a buscar la excelencia aunque la vida misma nos confronta con
nuestros límites. La tecnología y el modelo consumista van en nuestra contra.
Pero es momento
de detenernos, de apostarle a que nuestros niños además de conocer las reglas,
las obedezcan, establezcan rutinas, se vuelvan competitivos, globales,
multidisciplinarios, puedan conocer también nuestra capacidad de simplemente escuchar,
ver y jugar.
Tal vez es
momento ya, que además de apostarle al ritmo de vida del mundo vertiginoso de
hoy, tengamos tiempo de apostarle al amor.
¿Apostamos
juntos?
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Circulo de Estudios de Psicoterapia y Análisis Existencial
Antigua carretera Mex-Pach 236 int 1 Col. Ampliación Santa Julia, CP 42080 Pachuca, Hidalgo.
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Tel 01 (771)718-5266
Correo electrónico: celaepachuca@gmail.com
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